El arte de Madagascar: reflejo de su cultura y tradiciones únicas
Madagascar es famosa por su fauna y flora únicas y sus hermosos paisajes. Sin embargo, actualmente la isla roja está ganando reconocimiento por su vibrante escena artística diversa y que abarca una variedad de medios, desde la música y la danza hasta la pintura y la escultura. El arte y la artesanía de Madagascar son una poderosa forma de expresión que refleja la vida cotidiana, las luchas y la esperanza de su gente. En este artículo, exploramos las diferentes facetas del arte malgache, lo que nos dice sobre la cultura y la identidad de Madagascar y cómo está ganando presencia en el escenario mundial.
La diversidad étnica se refleja en el arte y la artesanía de Madagascar
La cultura artística malgache es única y fascinante, y ofrece una visión de la diversidad cultural de la isla. Madagascar es un país rico en tradiciones de escultura y artesanía, con artesanos expertos en tallas de madera, tejidos y trabajos realizados con materiales locales como cuerno de cebú, rafia y piedras.
El hecho de estar separada del continente africano y que gran parte de su población sea un cruce de culturas africanas y asiáticas, hace que esta isla, conocida como el octavo continente, no destaque únicamente por su biodiversidad sino también por su diversidad cultural. Cada uno de los diferentes grupos étnicos de Madagascar tiene sus propias tradiciones culturales y artísticas y esto se traslada a toda las facetas de la vida, incluyendo por su puesto su afamada artesanía.
La cestería imprescindible en Madagascar
Comencemos con la cestería, una de las artesanías más representativas de Madagascar. En los mercados, los puestos están repletos de cestas, recipientes y sombreros coloridos, todos tejidos pacientemente a mano por mujeres malgaches. Al comparar las piezas de diferentes regiones, se puede notar cómo los patrones y materiales varían, aunque comparten un rasgo en común: el uso exclusivo de materiales y tintes naturales. Entre las fibras más utilizadas destacan el sisal, la rafia, la palma y el junco.
La delicadeza del papel Antemoro en Ambalavao
Madagascar es una tierra de diversidad cultural e histórica. En el siglo VII, inmigrantes árabes llegaron a establecerse en la costa este, conocidos como los Antaimoro (o Antemoro). Estos inmigrantes, al necesitar papel para copiar los Coranes que llevaban consigo, desarrollaron una técnica artesanal utilizando la corteza del avoha, una morera silvestre, para crear un papel similar al papiro.
En Ambalavao, puedes visitar un taller donde descubrirás los secretos de esta tradición artesanal. La experiencia comienza en un amplio patio de arcilla, donde las hojas de papel se secan al sol sobre grandes paneles blancos. Durante la visita, aprenderás sobre cada paso del proceso: desde preparar la corteza y formar la masa, hasta decorar las hojas con flores naturales. Además, podrás visitar la tienda adyacente para adquirir productos elaborados con este papel único.
El trabajo de la madera de los zafimaniry
El arte zafimaniry, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es una expresión arquitectónica y artesanal única vinculada a la comunidad Zafimaniry, situada en el sureste de Madagascar, en una región de bosques cercana a Ambositra. Esta tradición, última heredera de una cultura maderera ancestral, se preservó gracias al aislamiento de esta comunidad en el siglo XVIII, cuando huyeron de la deforestación. Hoy en día, los zafimaniry, que suman unos 25,000 miembros distribuidos en aldeas montañosas, destacan por su maestría en el trabajo de la madera.
Sus construcciones, como casas y tumbas, son ensambladas sin clavos ni metales, utilizando métodos tradicionales que emplean hasta veinte especies locales de árboles, cada una con un propósito específico. Los graneros sobre pilares son un sello distintivo de su paisaje. Además, los zafimaniry elaboran objetos cotidianos, como muebles y herramientas, decorados con patrones geométricos cargados de simbolismo, que reflejan tanto su herencia austronesia como influencias árabes. Estos diseños transmiten valores como la unión familiar, la vida comunitaria y la posición social dentro del grupo, y cada pieza es única gracias a la creatividad de sus artesanos.
En los últimos años, los zafimaniry han comenzado a comercializar estatuillas y objetos decorativos en ciudades cercanas para su sustento. Sin embargo, su tradición enfrenta desafíos como la deforestación, que amenaza su materia prima, y la presión del turismo, que podría reducir su arte a un simple medio de producción comercial.
El arte textil de Madagascar
El sector textil y del vestido constituye el principal sector manufacturero de Madagascar y el mayor empleador de mano de obra después de la agricultura. Representa el 19,35 por ciento del PIB del país y ocupa un lugar predominante en la economía malgache.
El lamba es el tejido tradicional de Madagascar y trasciende su función como prenda para convertirse en un símbolo de identidad cultural y tradición. Es utilizado en diversos contextos: para sujetar a los niños en la espalda, transportar objetos pesados o envolver a los muertos en rituales funerarios. También se intercambia en ceremonias de compromiso y se puede dar como regalo diplomático.
Los diseños y colores del lamba varían según su uso: el lamba blanco para las mujeres de las tierras altas, el lamba de seda silvestre tejido a mano, el lamba arindramo de Ambalavao, y el lambamena o sudario, destinado a ceremonias funerarias y decoraciones hogareñas. Además, el pareo de algodón estampado es común entre hombres y mujeres.
Comercializado por artesanos locales en todo el país, es un reflejo de la riqueza cultural y la versatilidad del pueblo malgache. Es un símbolo de la rica herencia africana y una fuente de orgullo para quienes la conservan.
Alta costura malgache
La industria textil de Madagascar ha emergido como un sector clave en la alta costura, con grandes marcas como Dior, Chanel y Hermès confiando en su mano de obra para la producción de prêt-à-porter. Además de su importancia económica, la industria textil se ha destacado por la calidad de su capital humano, con artesanos malgaches que poseen una habilidad casi innata para trabajos meticulosos como bordados, drapeados y plumas. Esta destreza es especialmente apreciada por las marcas de lujo que valoran el arte del bordado manual transmitido de generación en generación.
El talento malgache ha ganado reconocimiento global, con creaciones que incluyen desde el icónico bolso Lady Dior hasta el famoso pañuelo de Hermès.
La precisión de la marquetería en Ambositra
En los mercados, seguramente encontrarás cajas de madera y objetos en una variedad de colores. Estás entrando en el fascinante mundo de la marquetería, el arte de pintar con madera. En estas creaciones, se combinan diferentes tipos de madera, como palo de rosa, ébano y otras, para formar patrones, decoraciones y escenas de la vida cotidiana malgache. La calidad y la delicadeza de este trabajo pueden variar de un artesano a otro.
Entre los diversos productos elaborados por la artesanía malgache, los objetos hechos de madera preciosa tallada, como el palo de rosa, el ébano o el palo de rosa con marquetería, son algunos de los más representativos del arte de Madagascar.
El trabajo de marquetería se realiza principalmente en Ambositra, un pintoresco pueblo situado en la carretera sur, a unos cien kilómetros de Antsirabe. Los artesanos ebanistas y marqueteros, con su destreza y habilidad, crean escenas de madera inspiradas en las famosas obras de Tintín y representaciones de paisajes malgaches. Las impresionantes mesas también cuentan con marquetería que presenta diseños geométricos. También encontrarás tableros de juegos como el ajedrez o el backgammon, lo que los convierte en piezas únicas de decoración para tu hogar.
Los instrumentos de música de Madagascar
Muchos instrumentos tradicionales todavía se utilizan durante fiestas y ceremonias. Están fabricados principalmente con cuero, madera y bambú.
Se puede mencionar el Valiha, un instrumento de cuerda compuesto por un cuerpo de bambú y múltiples cuerdas tensadas alrededor de este.«El valiha es una variedad de cítara tubular de bambú que se encuentra en todo Madagascar» (Wikipedia).
De origen indonesio, también está presente entre los pueblos primitivos de Filipinas y en la península indochina. Está compuesto por un segmento de bambú (de 60 a 130 cm de largo) que sirve tanto como tabla de armonía como resonador, gracias a una ranura longitudinal (o boca) entre los nudos no perforados en los extremos. Una variedad moderna, el valiha vata, montada sobre una caja de resonancia, se ha vuelto muy popular.
Existen muchos modelos de tambores, cítaras y otras flautas. Los djembés de calidad son fabricados localmente por especialistas en percusión.
El arte de la recuperación en Madagascar
En vista de las necesidades locales, la recuperación y la transformación están integradas en la economía y se ha convertido en un arte. Para convencerse, pasee por las callejuelas del mercado de artesanía de cualquier ciudad malgache. Admire el ingenio demostrado por los malgaches para dar una segunda vida a las latas de aluminio o a los cuernos de cebú. Gracias a mucho tiempo, ingenio e imaginación, estos materiales se transforman de múltiples maneras: bicicletas y vehículos en miniatura para latas, pulseras, cubiertos y elementos decorativos para cuerno de cebú. Tantos objetos que hacen que los regalos sean a la vez duraderos y originales.
El pueblo de Ambohikely, a unos veinte kilómetros al oeste de Antananarivo, se especializa en la fabricación de miniaturas a partir de latas recicladas o latas de bebidas (automóviles, bicicletas, motos, aviones...), que se encuentran en los mercados artesanales de todo el país.
La fundición de aluminio en Ambatolampy
La mayoría de los hogares malgaches tienen ollas y sartenes de aluminio de Ambatolampy en su cocina. Básicamente con eso cocinan. Esta ciudad situada a unos 70 km al sur de Antananarivo (por la RN7) es sinónimo de fundiciones de aluminio. ¡Se trata de una artesanía muy particular, típicamente malgache!
Siempre es impresionante observar el proceso de fundición del aluminio y el moldeo. El aluminio utilizado proviene principalmente de materiales reciclados: llantas, piezas de automóviles, latas, tornillos, residuos de carpintería. Los fragmentos de aluminio se funden, y luego el metal líquido hirviendo se vierte en moldes fabricados manualmente. Los trabajadores no usan ningún tipo de protección y trabajan con una destreza y rapidez sorprendentes. Un solo artesano puede producir hasta cincuenta ollas por día.
La colorida armonía de los batiks en Antsirabe
Una de las principales razones por las que los comerciantes africanos y europeos se sentían atraídos por Madagascar era la alta calidad de los tejidos de algodón, rafia y seda producidos por los artesanos locales. Estos tejidos, más allá de ser productos comerciales, eran fundamentales para la identidad social y étnica malgache, con algunos tipos de telas dotados de poderes sobrenaturales.
El "Batik" es una técnica tradicional de teñido en Madagascar, similar al batik de otras partes del mundo, pero con características únicas de la cultura malgache. Este proceso artesanal utiliza cera para crear patrones en la tela, que luego se tiñe y se retira la cera para revelar el diseño. Los patrones suelen estar inspirados en la fauna, flora y tradiciones culturales, como animales, plantas y motivos geométricos. El batik de Madagascar es valorado tanto localmente como internacionalmente por su destreza artesanal y la simbología de sus diseños. Este arte textil se usa en ropa, decoraciones y otros artículos artesanales.
El arte malgache radica en los contrastes: profundamente arraigado en la identidad y tradición local, con el uso de elementos del entorno, pero al mismo tiempo innovador y sugerente. No busca ser ostentoso ni extravagante; su encanto reside en la sencillez, con detalles delicados y únicos que cautivan a quienes lo contemplan.
Los artistas malgaches enfrentan desafíos como el acceso limitado a recursos, dificultades económicas y restricciones en los mercados internacionales, problemas que comparten muchos creadores de otros países. Sin embargo, su capacidad para superar estos obstáculos y crear obras impactantes es testimonio del poder de la creatividad y la determinación.
Si buscas un detalle especial para tus seres queridos cuando viajes a Madagascar, déjate seducir por recuerdos hechos a mano por artesanos locales. Además de llevarte un pedazo de Madagascar, estas compras apoyan directamente a las comunidades, promoviendo su desarrollo y preservando sus tradiciones.
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